El toque de queda decía que no podían salir a la calle desde las 22:00 hasta las 04:00, pero Barcelona fue capaz de cambiar la historia.

Javier Burrai tapaba el último penal a Martínez Borja y la gente salió a las calles. Miles de personas entre las calles Nueve de Octubre y Boyacá, otros en Urdesa, cientos en la Avenida Barcelona del Guasmo, esas escenas se repitieron en diferentes puntos del país, todo con tal de celebrar el título 16 de los toreros.

El toque de queda fue “cancelado” por unas horas debido a la euforia amarilla.

“Sé que debo usar la mascarilla, pero la verdad es que me olvidé, créalo. ¿No tiene que me regale una?”, decía un emocionado Gabriel Andrade, quien había llegado desde el sector El Recreo, de Durán en moto.

Los carros ingresaban hasta el centro porteño, unos se quedaban de largo y otros solo querían registrar que estuvieron en la fiesta amarilla, la foto para el recuerdo y a la casa.

Pero hinchas como Federico Loor con la familia se olvidaron de que el miércoles debían trabajar y cerca de la 01:00 estaba ‘entonado’, pero gritaba: “No importa, es por mi Barcelona del alma”.

El Ídolo hizo de la estrella 16 una fiesta.