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Orgullo: ¿Defecto o virtud?
El delicado equilibrio entre la autoestima o el defecto que separa. Fíjate en los que dicen los especialistas
E l orgullo es objeto de controversia y reflexión constante. El máster en Educación Superior y especialista en Gestión y Liderazgo Educativo, Roberto Briones Jiménez, resalta que este sentimiento es polifacético que adquiere distintos significados según la percepción y del entorno de cada persona. Esta dualidad es evidente en sus dos caras: una positiva y otra negativa.
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Desde el punto de vista positivo es una emoción poderosa que impulsa a alcanzar metas y perseguir los sueños. “Cuando alguien siente orgullo por sus logros, esto no solo refuerza su autoestima, sino que también le brinda una sensación de seguridad y confianza en sí mismo. Esta emoción es motivadora y fomenta un sentido de realización personal y profesional”, dice el también profesor universitario a SEMANA.
Sin embargo, el orgullo también tiene una cara negativa. Cuando se convierte en arrogancia o soberbia, puede alejar a las personas de los demás y obstaculizar su crecimiento personal. Este tipo de emoción negativa puede llevar a comportamientos destructivos, como la incapacidad de reconocer errores o la falta de empatía hacia los demás. En lugar de ser una fuente de motivación positiva, el orgullo mal entendido puede llevar a la cerrazón mental y a la incapacidad de aprender de las experiencias.
Es importante destacar que el valor de este sentimiento también varía culturalmente. En algunas puede estar más vinculado al respeto propio y al reconocimiento de los sus logros, mientras que en otras puede asociarse más con la modestia y la humildad. Esta diversidad cultural refleja cómo puede ser interpretado de manera diferente según el contexto social y las normas que rigen en cada sociedad.
Cómo fomentarlo de manera positiva
- Reconoce los logros. Celebra los propios, no importa que sean grandes o pequeños, es fundamental para cultivar un sentido saludable de orgullo. Esto puede incluir desde metas personales hasta éxitos profesionales.
- Acepta la identidad. Valora y respeta aspectos importantes de la identidad personal, cultural o comunitaria puede fortalecer el sentido de orgullo y pertenencia.
- Humildad. Es crucial equilibrar el orgullo con la humildad y la autocompasión. Reconocer las propias limitaciones y errores no debilita el orgullo genuino; al contrario, promueve un crecimiento personal más saludable.
- Conéctate socialmente. Compartir experiencias de orgullo con amigos, familiares o colegas puede fortalecer los lazos sociales y crear un entorno de apoyo mutuo.
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En estas situaciones no debe sentir orgullo, no es saludable
- Tener éxito a costa de otros. Sentir orgullo por obtener beneficios o logros que trabajaron otras personas es una especie de autoengañarse.
- Actitudes perjudiciales. ´Por actitudes negativas como la intolerancia, la discriminación o la exclusión de grupos minoritarios.
- Ignorancia. La falta de conocimiento, rechazando la educación o la comprensión de temas importantes.
- Incapacidad de aceptar ayuda. Sentir orgullo por no aceptar ayuda cuando se necesita, por temor al reconocimiento de debilidades o la dependencia.
- Por pensamientos cerrados. Por mantenerse firme en opiniones o creencias sin estar dispuesto a considerar otras perspectivas o aprender de experiencias diferentes.
El especialista
"Cuando escuchamos la palabra orgullo el cerebro le da un valor acorde a nuestros pensamientos, sentimientos, dudas, temores, alcances y virtudes y, como cada persona es un mundo distinto, le dará un valor diferente”. Roberto Briones Jiménez, máster en educación superior, diplomado en pedagogía.
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