La mansión Playboy, un símbolo de lujo y erotismo, guarda secretos sorprendentes, y una exconejita de Hugh Hefner, Holly Madison, ha decidido sacarlos a la luz.

En su podcast junto a Bridget Marquardt, Madison comparte historias fascinantes de su tiempo en el icónico hogar del fundador de Playboy.

Entre las revelaciones más impactantes se encuentra una misteriosa ‘silla sexual’, diseñada en los años 70 y destinada a usos muy particulares. Holly recuerda cómo, tras el asesinato de Dorothy Stratten, una famosa conejita, se encontró con este extraño mueble en la mansión: “Era una pieza única que alguien había creado. El esposo de Dorothy intentaba patentarla o estaba involucrado en un negocio relacionado”, explica.

Además de la silla, Madison relata el hallazgo de un objeto aún más peculiar conocido como ‘The Blue Max’. Según ella, el dormitorio de Hefner estaba repleto de armarios donde se almacenaban diversos artículos para mantener su estilo de vida desenfrenado.

“Una noche, descubrimos una extraña cosa de plástico azul que parecía un robot. La llamábamos Blue Max”, recuerda con una mezcla de risa y asombro.

El curioso dispositivo, que podría haber sido utilizado por ambos géneros, tenía un diseño peculiar que lo hacía parecer casi un asiento de bicicleta. “No creo que estuviera destinado a sentarse”, añade Holly. Desafortunadamente, no hay fotografías que muestren al enigmático Blue Max, lo que deja su verdadero propósito envuelto en el misterio.

La vida de Hugh Hefner estuvo marcada por su inquebrantable pasión por el placer, incluso en sus últimos años. Crystal, su viuda, revela anécdotas sorprendentes, como el hecho de que el magnate del entretenimiento tomó tanta Viagra que terminó perdiendo la audición de un oído. “Hef siempre decía que preferiría ser sordo y aún así poder tener sexo. Es extraño”, recuerda.

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