Los alegres momentos de dos primos y la novia de uno de ellos se tornaron violentos la tarde del jueves 12 de junio. Alrededor de las 17:30, tras llegar a un local de comidas del sector Paraíso de la Flor, en el noroeste de Guayaquil, donde iban a disfrutar de una salchipapa y una hamburguesa, fueron sorprendidos y atacados por delincuentes.

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Este suceso, que terminó con la vida de dos integrantes de la misma familia residentes en la zona, ocurrió un día antes de que sus cuerpos, con señales de tortura y disparos, fueran hallados en el bloque 4 de la cooperativa Cumbres de la Balerio, parte del distrito Nueva Prosperina.

Esta jurisdicción, que es parte de la Zona 8, que comprende los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón, registraba desde el 1 de enero hasta el 13 de junio un total de 373 crímenes, 230 más que en el mismo periodo de 2024.

Las víctimas fueron identificadas como Héctor Andrés Vásquez Baque, de 18 años, y su primo Jaime, de 17. Su padre relató que ambos estaban conversando con la novia de Héctor Andrés cuando un desconocido, que llegó en motocicleta, les preguntó qué hacían allí y de dónde eran.

“Salimos juntos de trabajar como pintores. Él se fue un rato antes en su moto. A las 18:20, un compañero me llamó para decirme que habían encontrado a mi hijo y a su primo heridos. Vivimos en el bloque 12 de Flor de Bastión, y ellos fueron secuestrados en Paraíso del Río”, explicó el progenitor, visiblemente consternado.

Según los testigos, instantes después de la llegada del motociclista, apareció una tricimoto cuyos ocupantes se los llevaron, los apuñalaron y dispararon.

“Eran como las 18:20 cuando recibí la llamada. No lo podía creer. No hemos dormido en toda la noche por la preocupación. Tuvimos la esperanza de que regresaran, pero ahora estamos devastados. Héctor Andrés era el mayor de mis cuatro hijos. Mi hermano también está destrozado porque le arrebataron a su hijo”, comentó llorando el padre, mientras observaba el trabajo policial en el lugar donde hallaron los cuerpos.

El padre del otro adolescente, de 17 años, manifestó que la mañana siguiente, cuando buscaban a los jóvenes, un policía los llamó para informarles del hallazgo de dos cadáveres en el sector de la Balerio y confirmar que se trataba de sus hijos.

“Es triste esta noticia. Somos personas humildes. ¡Qué Día del Padre tan amargo vamos a pasar! Ellos solo salieron a comer salchipapa”, lamentó, sin despegar la mirada del cuerpo del mayor de sus descendientes, tendido junto a su sobrino en la calzada de tierra.

Una fuente policial informó que junto a los cuerpos se hallaron indicios balísticos, un arma blanca y 19 panfletos. Además, se recogieron cuatro vainas percutidas. La investigación continúa para dar con los responsables de este doble homicidio que enluta a una familia que reside en el noroeste del Puerto Principal.

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