Uno de los grupos que actualmente infunde terror en la frontera norte de Ecuador, con ramificaciones armadas y narcotraficantes desde Colombia, ha sido vinculado directamente con la organización criminal Los Choneros. La revelación surgió tras una operación en la que fueron capturadas cuatro personas, entre ellas un objetivo considerado de alto valor (OAV), que formaban parte de una red delictiva transnacional con conexiones en cinco países.

El operativo, denominado Gran Fénix 27, se desarrolló la tarde del miércoles 11 de junio de 2025, gracias a una labor conjunta de la Unidad Nacional de Investigación Antidrogas y organismos internacionales bajo el esquema de cooperación SIU. La operación permitió no solo la detención de ciudadanos ecuatorianos y colombianos, sino también el descubrimiento de un esquema logístico compartido entre Los Choneros y el grupo armado colombiano Segunda Marquetalia, facción de las disidencias de las FARC.

Centro logístico en Chone con alcance continental

El hallazgo clave se produjo durante un allanamiento en Chone, provincia de Manabí, donde los investigadores identificaron un inmueble utilizado como centro de operaciones logísticas. Según el reporte oficial, desde ese lugar se planificaban rutas de tráfico ilícito hacia Colombia, Perú, Bolivia y Estados Unidos. Las actividades incluían el transporte de droga por vía marítima y terrestre, tráfico de armas, lavado de activos, así como el uso de tecnología encriptada y empresas fachada para camuflar las operaciones.

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Uno de los detenidos es Vinicio Punargote, de 44 años, con antecedentes por extorsión y asociación ilícita, quien fue identificado como objetivo de alto valor. Junto a él cayeron Juan Carlos Velásquez, Jair Urbano y Estefany Mosquera, todos de nacionalidad colombiana. Durante la intervención se incautaron seis teléfonos celulares que ahora forman parte del análisis forense para ampliar la investigación.

Una red narcocriminal con protección compartida

Los datos recabados muestran cómo la Segunda Marquetalia y Los Choneros consolidaron una alianza estratégica que facilitaba la exportación de cargamentos de droga hacia Centroamérica y EE. UU., asegurando rutas con protección armada y control logístico coordinado. Esta conexión transnacional permitía no solo el tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, sino también de explosivos y municiones, constituyendo una amenaza directa a la seguridad nacional e internacional.

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La provincia de Manabí, especialmente los cantones Manta, Portoviejo y Chone, era el principal centro de operaciones de esta red. Con la captura de los cuatro sospechosos, las autoridades consideran que se ha logrado una afectación directa a la estructura financiera y operativa de Los Choneros, debilitando su capacidad de actuar en conjunto con organizaciones armadas extranjeras.

Acciones conjuntas en medio del conflicto fronterizo

La operación Gran Fénix 27 se da en un contexto donde el país enfrenta una creciente presión criminal en la frontera norte. Según reportes recientes, las dos facciones disidentes de las FARC —el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia— han extendido su influencia a territorio ecuatoriano, muchas veces en alianza con bandas locales como Los Choneros o Los Lobos.

La Policía Nacional destacó que los capturados serán puestos a órdenes de las autoridades competentes para los trámites de extradición desde Colombia y posterior juzgamiento. Mientras tanto, continúan los trabajos de inteligencia para ubicar a más integrantes de esta red criminal.

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