“Él no ha hecho nada”, gritó llorando una parienta de Luis Enrique Ruiz León, cuando el cadáver del hombre, de 39 años, fue ingresado este 26 de octubre a la morgue de Babahoyo, Los Ríos. Su cuerpo fue hallado por un jornalero del sector de la T de Baba, en la vía Panamericana Babahoyo-San Juan. 

Estaba completamente torturado y la cabeza sin su cerebro. En el anfiteatro se confirmó que el Ojón Enrique, como le decían, tenía heridas de bala tipo fusil. Dos de estas le destrozaron el cráneo, sacándole violentamente su masa encefálica.

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Los peritos de la morgue confirmaron que a Luis Enrique lo apalearon en la espalda, donde tenía marcas de tortura. Frente a todo esto, los familiares no quisieron expresarse y solo lloraban gritando en los exteriores del anfiteatro.

Una mujer, que prefirió el anonimato, dijo que a su pariente lo sacaron de la casa alrededor de las 14:00 del 25 de octubre, junto a otra persona del sector ubicado frente al Campamento Municipal de la capital riosense. Esta última fue liberada esa misma noche, pero del Ojón no se supo nada hasta ayer que reportaron su hallazgo.

Según sus allegados, el rapto fue ejecutado por personas que vestían prendas de uso militar, por lo que piden que se investigue este suceso. Afirmaron desconocer los motivos del crimen. Según ellos, Enrique no tenía problemas.

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