Bien parado. Ecuador defendió ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que el asalto a la Embajada mexicana en Quito para arrestar al exvicepresidente Jorge Glas fue un acto “excepcional” y “aislado”, al tiempo que subrayó que el político ecuatoriano ha sido “debidamente condenado” por delitos de corrupción.

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El embajador de Ecuador ante Países Bajos, Andrés Terán, enfatizó durante la segunda jornada de la audiencia por este caso que el país ha dado “garantías” por escrito a México de que cumplirá con su deber de respetar y proteger a su personal y sedes diplomáticas, pero justificó el arresto de Glas tras asaltar la Embajada mexicana en Quito.

“México utilizó erróneamente durante meses su sede diplomática en Quito para dar refugio a un criminal común, que ha sido debidamente condenado en dos ocasiones por los más altos tribunales de Ecuador de graves delitos relacionados con la corrupción y está sujeto a procedimientos en marcha relacionados con más casos de corrupción y otros delitos”, sostuvo.

México solicita a la CIJ que exija a Quito “tomar medidas apropiadas e inmediatas para proporcionar plena protección y seguridad de las instalaciones diplomáticas, su propiedad y archivos, previniendo cualquier forma de intrusión contra ellas”.

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El tribunal se retirará a deliberar sobre la necesidad de esas medidas cautelares, que anunciará en cuestión de semanas, pero sin entrar aún en el contenido mismo del procedimiento, algo para lo que todavía no hay fecha de inicio.

El abogado peruano Alfredo Crosato, contratado por Ecuador, afirmó que México intensificó su intención de sacar a Glas del país.

El Gobierno de Ecuador se vio en alerta el pasado 5 de abril ante la solicitud de México de permitir el aterrizaje de dos aviones para trasladar a su embajadora, Raquel Serur, sin clarificar quiénes la acompañarían.

Este hecho, sumado al conocimiento de que Serur no tenía familia en el país, generó sospechas de una posible fuga del exvicepresidente, a quien México había concedido asilo político.

“El 5 de abril, México comunicó su decisión de conceder asilo a Jorge Glas. Esta decisión fue adoptada de manera abrupta e inexplicable, antes de que Ecuador pudiera responder al último pedido de información”, precisó Crosato.

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